"Irlanda es como la pintan, nunca mejor dicho. Pero yo quiero contar mi versión. Lo bueno y lo malo. Lo que me hace gracia. Y no pienso abrir artículo hablando del clima. Que por cierto es una mierda."

jueves, 2 de abril de 2020

COVID-19 o que poca gente me cae bien

sobre la oportunidad que tenemos de hacer historia. Tú, yo, él y unos cuantos millones de pringaos más.


-... y nos refugiábamos en el campanario, que seguía sonando mientras caían las bombas. Pasaba mucho miedo y las campanas me daban mucho respeto. Me tapaba los oídos muy, muy fuerte ¡qué ruido! Acababa siempre con dolor de cabeza. - No era la primera vez ni sería la última que mi abuela me contaba la anécdota del campanario, una de tantas de las historias de la guerra. A mí, que me contase lo que quisiese, que me parecía harto interesante. Por entonces tenía seis años y estos relatos, para mí y para muchos de generaciones colindantes, fueron las primeras nociones históricas que tuvimos.

-Yaya, ¿Cuándo será la próxima guerra?-
-   ¡Ay, calla! Nunca, si Dios quiere.-

La manera en que se narraban esos relatos me había dado una visión de la historia cíclica. La guerra parecía algo que tenía que suceder en la vida de uno. Naces, vas al colegio, trabajas, tienes hijos, pasas una guerra, nietos, y mueres. Algo normal, rutinario.

Luego vas al colegio y en clase de historia te enseñan los acontecimientos como algo lineal, como si el fenómeno de acción-reacción se distribuyese en parejas y se desvaneciese. De hecho están organizados en temarios y una vez te examinas de uno te puedes olvidar de él para abordar el siguiente. Para finiquitar, la Gran Cagada, o la Gran Guerra, causó la Segunda Guerra Mundial y de ella nuestra sociedad aprendió a no cometer los mismos errores de nuevo. Todos amigos tras la creación de la Unión Europea y al malo localizado, definido e identificado; y por si acaso, caricaturizado. Eso y el temario de la transición española que nunca se llegaba a dar en clase (coincidía con los primeros rayos de sol de verano) eran las nociones históricas más relevantes de nuestro tiempo y geografía. Franco ha muerto y el bando de los buenos bien definido, todos tranquilos y felices. Lo siguiente, San Mateo.

Pero nada es tan simple, y menos la historia. No importa cuán lejos en el tiempo se sitúe un suceso que aún hay divergencias. Pero el libro de texto el mismo para todos, igualdad de oportunidades. Las estrategias bélicas caducan y reinventan. Las amenazas evolucionan pero no desaparecen. Quién sabe a qué se enfrenta nuestra generación, la del internet. Lo más paradójico de la crisis en que nos encontramos hoy en día es que ya no hay grupos que se pelean y se matan, si no que estamos en un enfrentamiento simultáneo entre todos los individuos del planeta. Mi opinión ante esta crisis o cualquier otra es que dudo mucho que estemos preparados, creo que somos la generación menos preparada de la historia. Viene una hostia.

Admito el vértigo y el miedo que me causa esta reflexión a la que muchos ya habréis llegado o estaréis intentando ignorar, pero prefiero estar alerta. ¿Seremos nosotros la próxima generación que cuente nuestra vida con fotos eternas de gente joven? 

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